martes, 15 de febrero de 2011

Sangre.


Es demasiado fácil quitar una vida. Sólo tuve que apretar un gatillo... una y otra vez.
Nunca sabrás lo que te tiene el destino preparado, ni como reaccionarás a ello. Nunca, por mucho que pienses que sí. Nunca pensé en matar, sin embargo... No tuve opción, ellos me atacaron, me pegaron... me hicieron sangrar. Es curioso, muy curioso, a partir del momento en el que mi sangre comenzó a brotar, todo esta nublado, al menos, en mi cabeza. Esa tarde me sigue en pesadillas, eran tres, grandes, fuertes, y sabían que yo no lo era. Me habían encomendado una misión, era un niño, demasiado pequeño quizá, pero no les importo, ni a los que me mandaron ni a los que me atacaron. Me cambio la vida, aquel instante... miedos y temores recorrían mi cabeza. ¿Qué debía hacer?¿los mato o me matarán?¿es el final? Hay preguntas que un niño nunca debería hacerse, por desgracia, yo no tuve esa suerte.

Tres. Nunca lo olvidaré, el palpitar de mi corazón, el pitido ensordecedor de mi oído ensangrentado, el olor a oxido y sal que penetraba con mi nariz, amenazando con hacerme vomitar, unido a esas arcadas... Temí por mi vida, fue en ese momento, se acercó demasiado. La vista se me tornó roja, no distinguía otro color, la frustración de estar a merced del enemigo... En aquel momento saqué el revolver...

No pude cerrar los ojos, me temo, que él tampoco podrá. Lo había atravesado, de lleno. Mi primera bala, la primera vida que quite... La bala penetro en su ojo, su sangre me salpico, me mancho por completo, pero la mancha no se limito a mi ropa, mi alma también se mancho.

Una expresión de incredulidad que jamás volvió a asomar por mi cara, jamás. Podía verme reflejado en los ojos de los otros dos individuos, ojos exageradamente abiertos, tez pálida... Apenas me reconocí...A uno le cambia la mirada, después de haber matado por primera vez.. Ya no se es el mismo.

Me siguieron muchos, día si, día también. Los maté, uno por uno, con mi revolver, ya no me importaba quitar vidas, no para cumplir mi misión, no para sobrevivir.

No tenéis ni idea de como han sido estos cuatro últimos años. No soy capaz de recordar cuantas... Es fácil quitar una vida... y también...la culpa me asfixia. El peso de la soledad... la demencia, la locura, los remordimientos... De esta vida.

Me es imposible olvidarlo. Sobretodo cuando noche tras noche me persiguen mis recuerdos. Y día tras día me levanto, con un sudor frío que me recorre todo el cuerpo, las lagrimas que escapan de mis ojos, y mi viejo revolver...siempre conmigo.


I made this widget at MyFlashFetish.com.

''Tocala otra vez Sam...una y otra vez''